Típicas preguntas

Crecí explicando cada dos por tres que la sincro era “un grupo de nadadoras bailando juntas en el agua”, porque entonces nadie la conocía. Con los años, por suerte, esta situación ha cambiado mucho y ahora a todo el mundo le suena haber visto sincronizada por la tele. Aun y así, hay una serie de preguntas míticas que nunca fallan cuando explicas que practicas éste particular deporte, que a nosotras nos parecen obvias (de hecho siempre nos reímos y nos miramos con cara de “lo sabía” cuando nos las hacen) pero es normal que la gente se las plantee.

Así pues he decidido enumerar algunas de estas incógnitas vitales para que no se diga…


      ¿Podéis oír la música por debajo del agua?
  • Si no la oyésemos sería prácticamente imposible sincronizarse. Tenemos un altavoz subacuático acompasado con el exterior de manera que con la cabeza dentro o fuera del agua podemos oír lo mismo.

       ¿Las pinzas de la nariz duelen?
  • Al revés! Una vez nos acostumbramos a respirar por la boca no podemos nadar sin ellas. Al estar tan juntas durante las rutinas muchas veces nos damos con los brazos o las piernas y siempre llevamos unas de recambio porque si se te caen lo llegas a pasar realmente mal.

       ¿Mientras nadáis habláis entre vosotras?
  • Algunas veces nos hacemos señales para avisarnos de algún imprevisto durante la coreografía, pero todos los movimientos están marcados con el tempo de la música y no suele dar tiempo para detenerse.

       ¿Para las acrobacias os apoyáis en el suelo?
  • El reglamento lo prohíbe con penalización sobre la nota final.

¿Cuanto aguantáis sin respirar?
  • Nunca lo hemos calculado. La gente piensa que aguantamos 20 minutos como el récord mundial de un señor que se los pasa estirado en una bañera sin moverse lo más mínimo. Pero nuestro deporte requiere un gran desgaste muscular por lo que el consumo de oxígeno es mayor y en coreografías de 4 minutos no solemos hacer apneas superiores a 30 segundos.

¿Como lo hacéis para ir iguales?
  • Lo primero que hacemos cuando elegimos una música es aprender a contar los compases que la forman. A partir de ahí empezamos a coreografiar la rutina y cada movimiento tiene un número. 

¿Tantas horas en el agua, os arrugáis? 
  • Otro clásico. La verdad es que no, si entrenáramos ocho horas en un jacuzzi igual no diríamos lo mismo pero a 28-29 grados no tenemos ese problema.

¿No os liáis con tantos bailes? 
  • Cada coreografía tiene un registro particular que va con una música y estilo concretos, así que para nosotras es prácticamente imposible confundirnos entre una rutina y otra. Además tenemos mucha memoria! Nos llegamos a acordar de bailes que nadamos hace 5 años o más.



De momento son las que me vienen a la cabeza, son un poco frikis pero seguro que os las habíais planteado alguna vez... No hace falta decir que cualquier otra que se os ocurra me la podeis mandar a entremilburbujas@gmail.com y las responderé encantada!