lunes, 29 de septiembre de 2014

Primera parada: Sierra Nevada

Por si no teníamos bastante en el CAR, éste año empezamos la pretemporada entrenando en altura. Si alguna vez has hecho una excursión a un pico de 2.000 metros te empiezas a hacer una idea.. Nosotras estamos a 2320. La cuestión es que si acostumbras tu cuerpo a consumir menos oxígeno de lo habitual éste desarrolla un mecanismo de defensa creando más cantidad de glóbulos rojos en sangre, para seguir alimentando al músculo. Así, lo que aquí nos suponga un esfuerzo en Barcelona será como hacer ganchillo y cuando, dentro de dos semanas, volvamos prácticamente a nivel del mar habremos digievolucionado en algo parecido a superwomans.

La teoría está muy bien pero en la práctica suelen haber algunas consecuencias: dolor de cabeza, dificultades para aguantar la respiración, mareos subacuáticos que te recuerdan a cuando aprendías a hacer las primeras figuras con 7 años... Hoy nuestra querida Cris nos ha deleitado con el clásico "estoy más blanca que las montañas de Sierra Nevada" sin el cual la vida no tendría sentido. Pero después de unos cuantos años, ya sabemos que con un poco de azúcar aquí lo arreglamos todo.

Entonces "que no panda el cúnico"! Esto en unos días lo tenemos! (Ja ho tindriem, que solemos decir). Además de adaptarnos a la rutina acuática también nos pegamos nuestras carreras, entrenos de físico en el gimnasio, sesiones de coreografía y acrobacias, técnica en barra de ballet, clases de danza etc. Así que como mínimo está claro que no nos vamos a aburrir. Lo mejor de todo es la tranquilidad que se respira aquí arriba, rodeadas de montañas y vida, donde nadie nos molesta y el potencial del equipo florece con cada paso que damos.



sábado, 27 de septiembre de 2014

Londres 2012

Después de dos años todavía se me pone la piel de gallina cuando lo leo. Así nos enfrentábamos a uno de los momentos más intensos de nuestras vidas, creando una burbuja impermeable y poderosa. Os quiero y admiro a todas: Andrew, Carbo, Thaison, Hair-Knee, Klam, Margot, Montru.




"Paula y Clara se guiñan el ojo mutuamente mientras detrás suyo Ona empieza a decir una serie de onomatopeyas que Paula completa, como si estuviesen recitando una especie de verso. Al otro lado de la redonda, donde cada una se concentra de su manera particular, Alba salta y mueve los brazos para mantenerse activa y empezar a contagiar a las demás y Thaïs con su perspectiva a vista de pájaro mira a su alrededor, transmitiendo una tranquilidad especial. Se percibe el dominio de la situación y hasta por un momento parece que lo lleven haciendo toda la vida. Andrea se encuentra allí por tercera vez en nueve años y la energía que desprende deja ver que su pasión no ha parado de crecer. A su lado, Marga mira hacia adelante con seguridad e Irene aprieta los puños con fuerza como si retuviera este instante para siempre entre sus dedos.

Thaïs, Alba y Andrea se cogen de las manos sin temblar, y cierran los ojos visualizando un salto increíble mientras Ona prepara la posición del puente. Todas ellas sabiéndose responsables de una de las acrobacias más difíciles que han hecho jamás. Como de costumbre, la mayoría del equipo se moja las piernas y los brazos, como si tuvieran escamas de verdad y no pudiesen aguantar fuera del agua ni un minuto más. 

Irene clava los ojos en los de Clara, cómplice del momento que están a punto de vivir por primera vez en su carrera deportiva, y las dos suspiran mientras se aprietan las manos con fuerza, como si se pasaran toda la energía del mundo. Cada gesto suyo se refleja a través de los bañadores, que brillan como espejos dentro de la cámara de salida. Imaginando la localización exacta de la peca de la suerte de Andrea, Clara le toca la espalda con el dedo y ella levanta el meñique confirmando que a través de ese punto está recibiendo sus rayos magnéticos. 

Mientras, Alba empieza a pegar en los culos de todas y algunas para colmo, se lo hacen repetir pero en la otra nalga para no descompensar ni el más mínimo detalle. Marga se pone las pinzas por centésima vez para asegurarse de que no le va a entrar ni una gota de agua en la nariz y mira a Paula sabiendo que ella hará todo lo contrario, poniéndoselas justo antes de salir. Las dos se dedican una sonrisa justo cuando Ona y Andrea cruzan sus miradas recordando el momento vivido unos días antes en ese mismo lugar, donde la fuerza de dos se ha multiplicado por ocho. 

Se respira la tranquilidad que precede la tormenta, justo antes de que el árbitro dé la señal y empiece la función...”

Agua y papel

Hace años que colecciono cuadernos y cuadernos llenos de mil experiencias y momentos vividos en la sincro. Hay quien los inmortaliza con imágenes y otros intentamos hacerlo con palabras, aun sabiendo el reto que esto supone.

Así que aprovechando mi introducción a los estudios de periodismo abro este espacio para compartir algunos de estos instantes con vosotros, aquellos que creeis en el deporte como forma de ver la vida, donde los valores de esfuerzo, entrega y disciplina son indispensables pero sobretodo el compañerismo, el respeto y las ganas de seguir aprendiendo cada día.

El orden de los factores no suele alterar el producto así que empiezo a escribir sin una ruta muy concreta, como un cajón de sastre lleno de historias por contar.