A menudo la gente me pregunta si voy a dedicarme al periodismo deportivo. Es verdad que me he pasado más de media
vida haciendo deporte, pero solo el mío, y eso no me convierte ni por asomo en
experta en deportes. Y por supuesto no es lo mismo uno artístico que de
velocidad, contacto, individual, de equipo, con pelota, patines, aparatos etc.
Esta pregunta suele ir acompañada del
temible planteamiento de “y cuando lo dejes… qué”? (Muahahahaha, risa diabólica
del preguntador, que sabe que se está metiendo en terreno pantanoso). Aun ahora
cuando me encuentro ante esta reflexión mi cerebro empieza a sopesar opciones,
ideas, locuras y por supuesto también dudas. Después de 16 años siguiendo unos
horarios tan marcados y persiguiendo los mismos objetivos constantemente, es normal que
sea complicado plantearse qué rumbo vas a seguir cuando salgas ahí fuera. Visto
así parece que el paso siguiente a la retirada sea caer por un precipicio
infinito sin ninguna estructura ni manual de instrucciones... Pero de momento todas las ex nadadoras que conozco han sobrevivido, y con bastante éxito.
El otro día hablábamos con Andrea Fuentes de su incorporación a la vida normal ¡hace ya dos años! Y llegamos a la
conclusión de que cuando salimos del mundo acuático a veces la realidad nos
supera, o somos tan exigentes y perfeccionistas que pretendemos ser campeonas
olímpicas en todo lo que hacemos. Que es para darnos una palmadita en la
espalda y “molta sort”… ¡Pero no lo podemos evitar!
Aunque si en algo tenemos la medalla olímpica asegurada es haciendo el friki. Villa olímpica, Londres 2012 |
Lo que sí tenemos claro es que mientras sigamos
en el equipo debemos seguir cultivando nuestra mente con los estudios, ni que
sea una asignatura, ni que sea entre entrenos o por la noche cuando llegamos a
casa. Y no solo por si mañana te cae la compañera encima en una acrobacia y no
puedes volver a entrenar (todo el mundo tocando madera immediatamente), o porque no podrás vivir eternamente de esto, sino
porque es muy importante no dejar de tocar con los pies en el suelo e ir
absorbiendo diferentes perspectivas y conocimientos. La ventaja es que al final
nos habremos graduado en dos carreras: la académica y la deportiva.
¡Y son más compatibles de lo que parece! Por ejemplo, Ona y Paula gracias a los estudios de diseño nos ayudan a crear los bañadores para el equipo. Txell hace experimentos químicos relacionados con el cloro y quizas algun dia descubra la fórmula científica para que no sintamos como nos queman los ojos con ácido sulfúrico mientras nadamos (y encima hacemos ver que estamos felices). Alba con sus conocimientos sobre gestión deportiva lleva la batuta de la orquesta mientras Cecil aprende de marketing para convertirnos a todas en estrellas mediáticas y Clarita, estudiando psicología, intenta descubrir cual es la conexión neuronal que falla para que todas estemos tan mal de la cabeza... Sara es la asesora de moda, Cris la masajista profesional... Y así vamos tirando.
En mi caso (todavía sin saber a qué tipo
de periodismo voy a dedicarme) mientras aprendo de todos los procesos, teorías,
métodos y plataformas de comunicación, voy mezclando las dos carreras y en
algunas asignaturas aprovecho para hacer trabajos relacionados con el gremio
deportivo. Por ejemplo utilizando recursos que no tendría sin vivir lo que he vivido. Como el
acceso al CAR, que me permite mostrar cómo se vive dentro del mundo de la élite
deportiva desde uno de los mejores centros de alto rendimiento, ¡me atrevería a
decir del mundo! Aunque esto puede sonar a cuando tu abuela te dice que no hay nadie
más guapa, más inteligente y más simpática que tu… Pienso que realmente es un
lugar de excelencia para cualquier deportista.
Pues en una de las asignaturas de la uni nos
mandaron crear una pieza audiovisual en grupo que mostrara algo con "una
perspectiva diferente de la que solieran dar los medios de comunicación”. Y al final terminamos todos metidos en la piscina del CAR grabando cómo se ve la sincro desde
dentro.
Espero que nadie juzgue este audiovisual
de novatos como si fuese un tráiler de Hollywood o algo así. El video intenta
mostrar la parte del deporte que nadie ve: la preparación previa, lo que pasa
por debajo del agua etc. Tengo que reconocer que con un minuto de video era
prácticamente imposible transmitir todas estas ideas, aparte de que nos pasamos
un día entero grabando y editando como locos, así que no fue un trabajo fácil.
Pero lo más importante es que aprendimos a utilizar herramientas que antes
desconocíamos por completo, nos pasamos horas riendo mientras mirábamos los
resultados finales y fue una experiencia de grupo muy positiva.
Para constatarlo os dejo también con las
típicas tomas falsas que pasan inevitablemente cuando estás grabando y te coge
la risa floja o haces el ridículo sin darte cuenta. Los protagonistas de este
curro son Laia Galià, Núria Lázaro, Anna López, Clara Torres, Jordi Velert y la
aquí presente.